Hay alternativas para todos los gustos, y algunas son especialmente llamativas.
Antes ni siquiera nos preocupábamos por la privacidad. Usábamos felizmente los navegadores y los buscadores, pero cuando empezamos a darnos cuenta de que Google era el hermano mayor (o más bien, uno de ellos), algunos empezaron (nosotros) a reaccionar y a intentar ponérselo un poco más difícil a estas empresas.
Tener puesto extensiones de privacidad en el navegador más popular del mercado, Chrome, es interesante, pero la cosa se ha puesto delicada desde que, por ejemplo, se aclaró que el «modo incógnito» de Google no protegía nuestras sesiones de navegación tanto como pensábamos.
De hecho, una demanda colectiva que comenzó en 2020 en Estados Unidos ha acabado resultando en un fallo único. Google tendrá que eliminar millones de datos que recopiló en modo incógnito.
La noticia ha vuelto a revelar que tanto ésta como otras empresas Intentan recopilar todos los datos que pueden. de nuestra actividad, y lo hacen porque normalmente viven de la publicidad y esa información es oro para los anunciantes.
Afortunadamente, los usuarios hemos podido acceder a diversas novedades que protegen nuestra privacidad y minimizan los riesgos desde hace años. Hay algunos más elaborados, por supuesto, pero una buena forma de lograr ese objetivo es utilizar un navegador centrado en la privacidad.
Hay algunas alternativas interesantes aquí, así que Repasaremos brevemente siete de ellos. para que puedas conocerlos y probarlos si estas propuestas te convencen.
Es importante resaltar que hemos tenido en cuenta la evaluación de las características de privacidad y seguridad presentes en estos desarrollos, la cual es analizada frecuentemente en el excelente sitio web PrivacyTests.org.
Colina
Probablemente sea el más conocido de todos los navegadores centrados en la privacidad, y con razón. El Onion Router (TOR, por sus siglas, aunque suele verse como Tor) es un proyecto que destaca por tener el navegador que permite el acceso a la Dark Web.
Pero Tor también es una red especialmente enfocada a ofrecer sitios web privados con direcciones .onion que se han ido fortaleciendo con el paso de los años y que en su versión 3 son más seguras y privadas que nunca.
Este navegador es el encargado de hacer que nuestras sesiones de navegación sean especialmente privadas. Para ello enruta la conexión a través de nodos aleatorioscifra los datos varias veces y dificulta mucho la identificación del usuario que los utiliza.
Esto hace que tengamos una gran protección en otro sentido, pero debemos tener en cuenta que estas operaciones ralentizan la experiencia del usuario y sus múltiples opciones de seguridad pueden confundir un poco a los usuarios menos experimentados. Puede que no sirva para todo, pero Tor es un navegador fantástico si queremos ponérselo muy difícil a cualquiera que quiera seguir nuestro rastro en internet.
Pato Pato a ganar
Esta empresa es mucho más conocida por su buscador, que con el paso de los años se ha convertido en una gran alternativa al buscador de Google si nos preocupamos por la privacidad, pero sus desarrolladores también han desarrollado un navegador con el mismo nombre que podemos descargar desde la tienda de la compañía. página web oficial.
El navegador utiliza por defecto el motor de búsqueda DuckDuckGo, por supuesto, y eso nos permite estar a salvo de gigantes tecnológicos que rastrean nuestras búsquedas. También nos obliga a utilizar siempre conexiones seguras en cualquier sitio web.
Tiene tu propio modo incógnito, aunque lo llaman «fire windows» y como ocurre en otros navegadores -aunque no en Chrome- no se recogen datos y se eliminan tanto el historial de navegación como las cookies. Si puedes, inténtalo: vale la pena sólo por ver el efecto que se muestra cuando cierras esa «ventana de fuego».
Además de eso, integra un bloqueador de código que se activa cuando un software de terceros intenta recopilar nuestros datos o incluso instalar malware. Podemos personalizar su comportamiento y seleccionar qué rastreadores bloquear y cuáles no.
Su interfaz sencilla y su apuesta por el minimalismo –no nos complica mucho la vida, y tampoco nos la complica a nosotros– es sin duda una garantía para considerarlo como una alternativa válida a la hora de proteger (al menos un poco más). nuestra privacidad. . Uno que, claro está, no es del todo perfecto.
corajudo
Si Tor es la propuesta de garantía para garantizar al máximo nuestra privacidad en determinados momentos, Brave lo es como un navegador privado en el día a día. La apuesta de esta promoción por la privacidad consiste en un bloqueador de publicidad integrado que cuenta con ventajas extra: ahorra ancho de banda y también tiempo de carga.
El navegador se ha reforzado recientemente con un asistente de IA llamado Leo, aunque algunos critican el foco que Brave ha puesto últimamente en el mundo de las criptomonedas: muchas de sus novedades -como su wallet o su propia criptomoneda, BAT- están dirigidas al soporte de tecnologías relacionadas con ese segmento.
Sea como fuere, estamos ante un navegador que sin duda se comporta de forma excepcional a la hora de proteger nuestra privacidad y que además lo hace mejorando (¡y mucho!) la experiencia web de los usuarios. También hay unas cuantas opciones que podemos exprimir para sacarle el máximo partido, y sin duda estamos ante un claro ejemplo de navegadores privados.
Firefox
Los responsables de Mozilla, encargados del desarrollo de Firefox, llevan tiempo alardeando de que «hagas lo que hagas online, el navegador Firefox no te está mirando». La traducción utilizada en su sitio web no es la ideal, pero enfatiza la relevancia de un proyecto que es la alternativa más conocida y popular al todopoderoso Chrome.
Firefox también cuenta con un bloqueador de anuncios que permite evitar (al menos en parte) el contenido que los anunciantes insertan en todo tipo de sitios web. Bloquea cookies de terceros, detectores de huellas dactilares e incluso scripts de criptominería que a veces se utilizan en determinados sitios web.
Pero también es que Firefox tiene una amplia experiencia a la hora de garantizar la menor recogida de datos posible y una capacidad de personalización casi inigualable en este ámbito. La posibilidad de personalizarlo y añadir todo tipo de extensiones -aunque en ocasiones puede haber problemas- lo han convertido en una gran opción para muchos usuarios.
El mejor argumento para creer en Firefox como protector de nuestra privacidad está en el hecho de que se trata de un proyecto Open Source -que además lucha casi en solitario contra la avalancha de navegadores basados en Chromium- apoyado por una ONG, la Fundación Mozilla.
librelobo
Sorprende que Librewolf en macOS –la versión que analicé– se instale inicialmente a través de Homebrew, aunque también existe la opción de descargar una imagen de disco (archivo .dmg).
Este proyecto es una versión «personalizada e independiente» de Firefox que tiene como objetivo garantizar la «libertad, privacidad y seguridad del usuario», dice el sitio web oficial del proyecto. Tanto la documentación como el código fuente están disponibles para que cualquiera pueda contribuir al proyecto o estudiarlo.
Entre sus opciones están las ausencia de telemetriael uso de buscadores privados como DuckDuckGo, Searx o Qwant, y la integración por defecto de uBlock Origin, una extensión que ciertamente podemos instalar por nuestra cuenta en otros navegadores pero que aquí ya viene preconfigurada y activa.
Nos encontramos también ante un desarrollo que se comporta especialmente bien en los análisis de PrivacyTests, la web que evalúa varios navegadores, tanto de escritorio como móviles, y analiza si soportan determinados mecanismos de seguridad. Según estos análisis, Librewolf es un navegador que está a la altura de Brave en cuanto a mecanismos para proteger la privacidad y seguridad del usuario.
Safari
Aunque la cuota de mercado de los Mac es mucho más discreta que la de las máquinas basadas en Windows, el navegador desarrollado por Apple siempre ha tenido fama de proteger nuestra privacidad. Como ocurre con el resto de tus productos y servicios, tener un modelo de negocio que no se base en publicidad ayuda.
Estamos pues ante una opción muy válida para los usuarios de ordenadores Apple, sobre todo porque la compañía cuida mucho un desarrollo que sabe que es especialmente utilizado por los usuarios de iPhone.
Ciertamente surgen sospechas En este caso —Google paga una fortuna a Apple por ser el buscador predeterminado en Safari— pero podemos cambiar este buscador por cualquier otro sin problemas. También hay otra serie de opciones que podemos configurar para garantizar un poco más nuestra privacidad, y todo ello contribuye a que sea una buena alternativa si buscas un buscador con el que navegar con (un poco más) de tranquilidad. de la mente.
fantasma
Basado en Firefox, estamos ante una propuesta que se centra en ofrecer esas opciones extra de privacidad a través del desarrollo que lleva ese nombre, Ghostery.
La característica estrella del navegador es precisamente esa integración de la extensión nativa Ghosteryque ofrece bloqueo de rastreadores, anuncios y otros tipos de ventanas emergentes que intentan cargarse automáticamente en varios sitios web.
También disponemos de una búsqueda privada siempre que nos hagamos “colaboradores” del proyecto y hagamos una “donación” -o mejor dicho, suscripción- mensual o anual. Si ya somos usuarios de Firefox las ventajas parecen reducidas a priori, pero estamos ante un navegador que aprovecha la popularidad del proyecto del que parte, como también ocurre con el navegador DuckDuckGo.
Bonus Track: Navegadores Go-go
Lo cierto es que aunque hemos elegido siete novedades especialmente destacables en el campo de la privacidad, hay otras propuestas que siguen siendo interesantes y que seguro que pueden aportar garantías a través de complementos o por diseño propio.
En la lista de aspectos más destacados, sin embargo, también puede sorprender la ausencia de algunos protagonistas del mercado. Chrome ciertamente no es el más recomendado en este ámbito -aunque de nuevo las extensiones pueden ayudar- y lo mismo ocurre con Edge u Opera: todos estos navegadores tienen ventajas en otros ámbitos, pero no tantas si lo que queremos es protegernos de la recopilación de datos.
Existen algunas alternativas menos conocidas en esta área. Aloha, por ejemplo, es un navegador con cierto protagonismo –quizás demasiado– de sus opciones como criptomoneda, pero que lleva integrada una VPN gratuita y un adblocker integrado.
También está Midori, un navegador minimalista que también proporciona VPN (de momento, con lista de espera), y que promete bloquear la mayor parte de la publicidad que aparece en los sitios web.
Finalmente, en navegadores de escritorio es interesante mencionar Mullvad, un proyecto de código abierto que es una bifurcación reciente de The Tor Project altamente calificado en PrivacyTests.org. Sus creadores recomiendan combinarlo con una VPN y de hecho brindan este servicio como opción de pago para cualquiera que quiera aprovechar esa alternativa.
Nos hemos centrado en los navegadores de escritorio, pero muchos de nuestros protagonistas Disponen de versiones móviles tanto en iOS como en Android que precisamente funcionan sincronizándose con las versiones de escritorio para que toda la experiencia gane. Sin embargo, existen navegadores especialmente enfocados a la privacidad en el ámbito móvil. Bromite —una bifurcación de Chromium que recuerda un poco a Tor— y Mull —que pese al nombre, no parece tener relación con Mullvad— son dos de ellos.
Imagen | Defligra con Midjourney
En Genbeta | Le di la espalda a Chrome hace mucho tiempo. Estas tres alternativas valen la pena y a mí me gustan más.