El primer ministro de Haití, Ariel Henry, renunció este miércoles a través de una carta enviada al Consejo de Ministros del país caribeño. La decisión de Henry se produce debido a una intensa presión internacional y mientras la pequeña nación caribeña está inmersa en una profunda crisis política y de seguridad que está expulsando a miles de haitianos fuera de sus fronteras. “Por la presente, tomando nota del estado de las cosas, presento mi renuncia. «Felicito a los miembros del Gobierno, a los colaboradores, a la Administración Pública, a las Fuerzas de Seguridad y a todos los que me han acompañado durante este viaje patriótico», escribe Henry en la carta, firmada desde Los Ángeles, Estados Unidos. El jueves quedó instalado el llamado Consejo Presidencial de Transición de Haití, que está llamado a organizar nuevas elecciones y formar un nuevo Gobierno, mientras la población espera la llegada de una misión de la ONU que ayude a solucionar la grave crisis de violencia que padece Michel Patrick Boisvert. sido nombrado primer ministro interino.
Henry había anunciado su dimisión a mediados de marzo, días después de la fuga de al menos 3.000 presos de la prisión principal de Puerto Príncipe, la capital, tras un asalto de bandas criminales que sembraron el terror en el país caribeño. Entre los fugitivos se encontraba el temido líder criminal Jimmy Chérizier, conocido como barbacoa, un ex policía que había amenazado con iniciar “una guerra civil” si Henry no dimitía. En ese momento, el Gobierno declaró el estado de emergencia e impuso un toque de queda en gran parte del país para evitar un empeoramiento de la crisis de seguridad. Henry había asumido el cargo de primer ministro en julio de 2021, tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, que sumió al país caribeño en la inestabilidad y una profunda crisis política. “Hemos servido a la nación en tiempos difíciles. Agradezco a todos los que tuvieron el coraje de enfrentar estos desafíos conmigo. «Me solidarizo con las pérdidas y el sufrimiento sufrido por nuestros compatriotas durante este período», afirmó el primer ministro. A lo que agregó que ha servido al país “con integridad, sabiduría y honor”.
La mañana de este jueves prestaron juramento los miembros del llamado Consejo Presidencial de Transición de Haití, formado por la presión internacional para convocar elecciones y formar un nuevo Gobierno. El consejo se formó el 12 de abril tras varias semanas de negociaciones y entre su mandato está la formación de nuevas instituciones para superar la crisis de seguridad, desatada por una guerra entre peligrosas bandas que se disputan amplios territorios en la isla. La violencia ha generado miles de desplazados y hay zonas de la capital tomadas por delincuentes. Los enfrentamientos en Puerto Príncipe han provocado que cientos de habitantes de la zona norte abandonen sus hogares. La ONU ha informado de que más de 2.500 personas murieron en el primer trimestre del año, mientras que la diáspora hacia la vecina República Dominicana, con la que comparte isla, ha generado una fuerte tensión que ha llevado al presidente dominicano, Luis Abinader, a lanzar un grito desesperado pidiendo ayuda para “salvar” a Haití. El país caribeño aún espera que la ONU envíe una misión internacional para ayudar a contener la violencia y lograr la estabilidad.
La crisis política y de seguridad mantiene en alerta a las organizaciones de derechos humanos. Ana Piquer, directora para América de Amnistía Internacional, ha lamentado la descomposición que sufre la isla, que se ha agravado desde 2010, cuando un potente terremoto destruyó gran parte de su territorio y dejó decenas de miles de muertos. “La comunidad internacional debe asumir un papel activo en la situación en Haití, pero debe hacerlo desde una perspectiva de derechos humanos y garantizar que los haitianos y la sociedad civil tengan un papel en la definición de soluciones. Hay que garantizar que cualquier participación extranjera en estas soluciones se haga en un marco de derechos humanos, aprendiendo de las muy malas experiencias vividas en el pasado”, dijo Piquer en entrevista telefónica con este diario.
La activista también ha expresado su preocupación por el maltrato, la discriminación y el racismo del que son víctimas las personas que abandonan el país huyendo de la violencia y ha dicho que han identificado «prácticas racistas» tanto en República Dominicana como en Estados Unidos. United, los principales destinos de los haitianos. “Son personas que buscan protección internacional, que huyen de una situación de violaciones masivas de derechos humanos, de una crisis humanitaria. No es una migración económica en busca de oportunidades, sino que son personas que no tienen otra alternativa y a pesar de eso no se les está dando protección”, explicó Piquer.
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