Cala Mijas anuncia que no habrá festival y acusa al Ayuntamiento de no pagar el patrocinio de 2023

Last Tour, empresa organizadora del festival de Cala Mijas, ha informado este viernes de que este año no habrá festival. En un comunicado publicado en sus redes sociales, la entidad (que también organiza BBK Live o Azkena Rock) ha atacado duramente al ayuntamiento de la Costa del Sol, acusándole de incurrir en «infracciones reiteradas y graves», como el impago del patrocinio correspondiente. a la edición de 2023, y sin tener interés en la continuidad del festival. El consejo está gobernado desde el pasado octubre por el PP, Vox y un concejal no adscrito, que desalojó al Gobierno de PSOE y Ciudadanos tras una moción de censura.

Última Gira anuncia que resuelve y «deroga sin efectos» el contrato de patrocinio que le vinculaba con el Ayuntamiento, y lamenta que persistan los impagos pese a las «requerimientos de pago continuo formulados». Al incumplimiento se suma la falta de acondicionamiento y equipamiento de las instalaciones.

«Es evidente que el injustificado incumplimiento por parte del Ayuntamiento de sus compromisos contractuales impide continuar con la colaboración acordada», afirma Last Tour, que subraya que estos ingresos son «imprescindibles» para promocionar el festival. Todo ello evidenciaría el “desinterés” por el festival. La promotora asegura que ya ha comunicado la resolución contractual al ayuntamiento.

“Último Tour rechaza la actuación del Ayuntamiento y lamenta, sobre todo, que se vea obligado a cesar la organización y ejecución de las próximas ediciones, dado el éxito de las anteriores”, concluye el comunicado.

La promotora asegura que reembolsará el precio de las entradas adquiridas durante las últimas horas de la anterior edición.

1,2 millones de euros para la edición de 2023

La cancelación de Cala Mijas, que el año pasado reunió a 110.000 personas en tres días de festival, era algo que a estas alturas se daba por hecho, pero sobre lo que el organizador y el Ayuntamiento guardaron absoluto silencio, conscientes de que se estaba resolviendo un litigio. . juego que puede tener consecuencias millonarias.

Este medio ya adelantó que los motivos del inusual retraso fueron desacuerdos económicos. El 1 de marzo, el Ayuntamiento confirmó en pleno que debía 1,2 millones de euros a Last Tour, y lo justificó en que el interventor había objetado algunas facturas y gastos de la edición de 2023 que el ayuntamiento, y no el promotor, asumió. Las siete primeras facturas de 2023 (por valor de 950.000 euros) tienen objeciones de intervención, y la última de las ocho mensualidades y la factura final no contarían con el visto bueno de los técnicos, según fuentes municipales.

La alcaldesa dijo en aquel pleno que el problema no era de voluntad, sino de papeles, aunque dejó entrever un fondo de discrepancias económicas, cuando aseguró que el coste previsto (1,2 millones anuales) se había convertido en casi dos millones. También anunció la convocatoria de un pleno extraordinario, que nunca se celebró.

El contrato de patrocinio, firmado en su momento por el anterior alcalde Josele González (PSOE) comprometía al Ayuntamiento de Mijas a pagar 6.686.013,81 euros (IVA incluido) para la creación y celebración durante cinco años de una fiesta de al menos tres días con «identidad propia». «Y alcance» nacional e internacional «, una promesa electoral del PSOE.

Apoyo en publico

Cuando Ana Mata (PP) llegó al poder el pasado mes de octubre, el futuro de Cala Mijas empezó a oscurecerse. Ya en la moción de censura, Mata reprochó al alcalde saliente que «Mijas sea una nota en la agenda del presidente del Gobierno cuando hay un festival de música». Pedro Sánchez acudió a la pasada edición para ver The Strokes y se fotografió en el entre bastidores, lo que generó una imagen para la fiesta asociada a los socialistas.

Sin embargo, públicamente tanto la alcaldesa como sus concejales mantienen desde hace meses que la fiesta es positiva para Mijas, y dijeron que estaban comprometidos con su continuidad. Paralelamente, surgieron exigencias económicas que lo hicieron imposible.

En el Pleno de diciembre, el concejal de Hacienda, Mario Bravo, presentó los Presupuestos, que incluían 10 millones de euros en tasas por la ocupación de la vía pública, cuando en 2023 Mijas recaudó un total de 170.000 euros por este concepto. Los socialistas preguntaron cómo era posible, y Mario Bravo dijo que pretendían cobrar 3,3 millones de euros al festival para 2024, y además, otros 3,3 millones por cada una de las dos ediciones anteriores. En total, diez millones. Los socialistas quedaron asombrados.

Last Tour asegura que ha decidido “no promocionar” el festival, y no abre la puerta a una ubicación alternativa, aunque durante estas semanas se ha barajado extraoficialmente la celebración en alguna otra ciudad, con un cartel similar al del Kalorama en Lisboa, con la posibilidad de que los organizadores ya hubieran adelantado el cartel. De hecho, hubo bandas que anunciaron su presencia en Málaga para ese fin de semana, como The Smile.