Desde el martes por la mañana, Francia está detrás de ‘La Mosca’, como se conoce a Mohamed Amra, el preso que, tras un asalto cinematográfico a la furgoneta penitenciaria que le transportaba entre las ciudades de Rouen y Evreux, en el noroeste del país, restos … aún se desconoce su paradero. También busca a su cómplice, quien se bajó de dos vehículos en un peaje y comenzó a disparar con «increíble violencia». Dos funcionarios de prisiones murieron en el ataque y otros tres resultaron gravemente heridos. «Los cazaremos. Y les digo que pagarán», advirtió el primer ministro, Gabriel Attal, que ha tildado a los autores de «cobardes».
El hecho se produjo sobre las once de la mañana cuando un grupo de personas armadas interceptó la furgoneta cerca del peaje de Incarville. En el interior estaba Amra, de 30 años y con un largo prontuario delictivo, como robos y secuestros, que fue trasladada a la prisión de Evreux tras comparecer ante el tribunal de Rouen acusada de intento de asesinato. Un recorrido de poco más de una hora que ha sido interrumpido por varios hombres vestidos de negro y armados -no se ha desvelado cuántos eran- que han utilizado un Audi A5 y un BMW en el ataque. Uno de los vehículos apareció poco después «carbonizado» en un lugar que tampoco ha sido precisado.
La «brutalidad» de los agresores ha provocado dos muertos entre los funcionarios que escoltaban al detenido, mientras que otros tres están hospitalizados con heridas graves. Sólo la vida de uno de ellos no corre peligro, según informan las autoridades, que han activado la ‘Operación Gavilán’ para encontrar a Amra y sus presuntos cómplices. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha informado de que «varios centenares de policías y gendarmes» participan en la búsqueda y que en ella se utilizan «todos los medios». Habían pasado más de tres decenios desde que en Francia se produjera un atentado que provocara la muerte de empleados del sistema penitenciario.
Las autoridades han activado la ‘Operación Gavilán’ con «varios centenares de policías y gendarmes» para encontrar al prófugo y a sus presuntos cómplices.
Lo ocurrido ha generado una cascada de reacciones. «Es un shock para todos», admitió el presidente, Emmanuel Macron, que confió en el plan puesto en marcha «para que se haga justicia en nombre del pueblo francés». La oposición también se ha sumado a la condena del ataque, que ha calificado de «barbarie» o «salvajismo», y el personal penitenciario baraja diferentes actuaciones en las prisiones para denunciar el crimen contra sus compañeros. La agresión ha supuesto también la apertura de una investigación por «asesinato e intento de asesinato por banda organizada», un delito que conlleva cadena perpetua.
A última hora del martes, la fiscal de la República de París, Laure Beccuau, dio detalles de cómo se produjo la agresión. Según las primeras investigaciones en el lugar del crimen, los agentes «pudieron utilizar su arma de fuego» durante el ataque con la furgoneta, explicó sin dar más detalles.
Confirmó que se encontraron dos vehículos quemados en Houtteville y Gauville-le-Campagne y se cree que son los utilizados por los atacantes. Uno de ellos es un Peugeot que chocó frontalmente contra la furgoneta en el peaje de Incarville; había sido robado. El otro, el Audi del que descendieron los miembros del comando antes de abrir fuego contra la furgoneta y el vehículo penitenciario, matando a dos agentes e hiriendo a tres.
Las victimas
La primera víctima es un funcionario de prisiones de 52 años, padre de dos gemelos. La segunda víctima es una funcionaria de prisiones de 34 años y estaba esperando el pronto nacimiento de su hijo. Los tres agentes heridos, todos padres, tienen 48, 52 y 55 años.