El director de Rodalies de Cataluña, Antonio Carmona, lamentó este lunes los daños en las líneas de Rodalies provocados por un robo de cobre este domingo: “Siento impotencia por los trabajadores, tanto los nuestros como Adif, impotencia por los ciudadanos que tienen que desplazarse y nosotros no puedo brindar el servicio”. Lo ha dicho en declaraciones en RAC1, donde ha instado a los Mossos d’Esquadra a combatir una «flagela» de efectos como este y que padecemos todos. Carmona ha indicado que trabajadores de Adif han trabajado toda la noche para restablecer el servicio de la R4 en Fabra i Puig, mientras que de momento se están organizando autobuses para «sacar a la gente» que se encuentra tanto en la estación de Barcelona como en la de Cerdanyola del Vallès ( Barcelona).
Las afectaciones a la circulación de trenes en las R1, R3, R4 y R7 de Rodalies continúan este lunes, provocando que no puedan acceder a Barcelona. Tras la jornada de siniestros, este domingo Renfe, Adif, el Gobierno y el Ayuntamiento de Barcelona se reunieron para abordar la situación, tras lo que el secretario de Movilidad de la Generalitat, Marc Sanglas, calificó de insuficiente el plan de las empresas ferroviarias para reforzar los afectados. líneas. Las medidas alternativas acordadas anoche para paliar los daños están colapsando algunos puntos de la red del metro de Barcelona, como la estación de Badalona o los autobuses y autocares que conectan Barcelona con el área metropolitana. En algunas líneas, como la R1, donde para la circulación de trenes en Badalona, los viajeros se desvían hacia el metro, que en hora punta abarrotaba la estación de esta localidad por el flujo de usuarios procedentes de la comarca del Maresme.
El robo en la madrugada del pasado domingo, jornada electoral, del cableado del sistema de electrificación de Montcada Bifurcació provocó incidencias «graves» desde primera hora en todas las líneas ferroviarias de cercanías, especialmente en el área metropolitana. Durante la mañana no llegó ningún tren a la ciudad de Barcelona y el servicio se vio afectado casi en su totalidad con retrasos generalizados y una importante reducción de la frecuencia de los trenes.
La gestión de la red ferroviaria ha sido uno de los principales conflictos permanentes entre la Generalitat y el Estado de los últimos años. Los gobiernos catalanes han exigido históricamente el traspaso de competencias en materia de infraestructuras ferroviarias; y las constantes incidencias del servicio han servido de arma desde Cataluña hasta Madrid.
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