Padecer hipertensión no sólo deteriora los vasos arteriales, sino que también puede provocar problemas asociados a su destrucción, como accidentes cerebrovasculares, infartos, deterioro cognitivo o eventos cerebrovasculares. Por esta razón medir la presión arterial es esencial para mantener los niveles de presión arterial bajo control.
Aunque para saber si se supera el límite de hipertensión hay que medir correctamente la presión arterial. Y es que, como ha revelado un estudio reciente, la posición del brazo puede variar el resultado, derivando en un diagnóstico erróneo. Para evitar esto, los investigadores han analizado tres formas diferentes de posicionar el brazo: apoyado sobre una mesa, apoyado en el regazo del paciente o sin ningún tipo de apoyo.
Esta última posición fue en la que el resultado de la prueba fue sobreestimado; aumentando en 6,5 milímetros de mercurio (mmHg) la presión arterial sistólica, que mide el volumen de sangre impulsada por el corazón, y en 4,4 mmHg la presión arterial diastólica (en la que se calcula la resistencia que oponen las arterias). al paso de la sangre). Si el paciente apoyaba el brazo en su regazo, el aumento era de 3,9 y 4,0 mmHg, respectivamente.
«Aunque se sabe desde hace mucho tiempo, en este estudio se ha confirmado de forma bastante precisa», comenta a EL ESPAÑOL. manuel anguitaportavoz de la Sociedad Española de Cardiología, sobre la investigación publicada en la revista JAMA Medicina Internaen los que no ha participado. El médico británico Thomas G. Pickering reconoció hace casi 20 años que la medición de la presión arterial era «una de las más importantes de todas en la medicina clínica», pero también «una de las más imprecisas».
Riesgo de diagnóstico erróneo
Este cardiólogo entiende que, a falta de un registro nacional, Es «muy probable» que no lleve bien la tensión siendo «una práctica común que se realiza en muchos pacientes». Además, debido al uso generalizado de esta prueba, las circunstancias en las que se realiza no quedan registradas en la historia clínica; Este no es el caso del valor de la presión arterial, que puede verse alterado por la posición del brazo.
En algunos casos, como explica Anguita, un aumento de 6,5 mmHg puede no suponer un gran cambio. En otros, sin embargo, puede llevar a un diagnóstico erróneo: «Si un paciente tiene 124 mmHg y se mide la presión con el brazo colgando, podría subir a 131. No es una hipertensión muy importante, pero se considera una cifra normal de presión alta».
En el caso de una persona hipertensa, podría provocar que la presión arterial se considere no bien controlada y se modifique el tratamiento. Se trataría entonces de «un sobrediagnóstico de hipertensión», así como de «un sobrediagnóstico de mal control». En España se estima que La hipertensión afecta al 42,6% de los adultos..
En este sentido, cabe destacar que los autores del citado estudio se han guiado por el límite establecido por la American Heart Association (AJÁ). En 2017, esta institución modificó los límites que regulan la hipertensión, estableciéndolos en 130/80 mmHg. A pesar de en Europa se ha mantenido el valor anterior (140/90 mmHg).
En lo que sí coinciden las guías europea y americana es en recomendaciones para tomar la presion arterial correctamente. Estos van desde la posición adecuada del brazo (es decir, tenerlo colocado sobre una mesa) hasta tener los pies apoyados en el suelo con las piernas sin cruzar, así como tener la espalda apoyada y el manguito colocado a la altura de la mitad del cuerpo. el corazón. .
Además de las medidas que se deben seguir respecto a la postura, los expertos también recomiendan no tomarse la tensión arterial en un momento en el que esté afectado por alguna circunstancia que haya provocado un estado de nerviosismo. Tampoco es aconsejable tomarse la presión arterial inmediatamente después de una actividad intensa; debes tener al menos media hora de descanso. Y aunque varía a lo largo del día, lo ideal es tomar la medida siempre a la misma hora.
Otro aspecto a tener en cuenta es el tamaño del manguito con el que se toma la tensión. Como han demostrado algunos estudios, si se utilizan manguitos desproporcionados en comparación con la circunferencia del brazo, el resultado de la prueba también puede variar. Así, en aquellos que también usaban esposas el diagnóstico de hipertensión fue incorrecto en el 39% de los casos.
Pese a estas recomendaciones, los autores del citado estudio aseguran que «con demasiada frecuencia» la tensión se mide con pacientes sentados en una mesa pero sin ningún apoyo o uno inapropiado. Por ello, entienden que los médicos deben prestar más atención a las pautas que se establecen, y los pacientes también deben tener en cuenta los consejos que dan los propios profesionales.