Al mal tiempo, conspiraciones.
Mientras Donald Trump se comporta como el agente del caos, sembrando discordia en medio de la crisis con la falsedad de que los servicios federales de asistencia (Fema) no tienen dinero porque el gobierno lo gasta en inmigrantes, la Casa Blanca lanzó el mensaje de que los residentes en Florida, especialmente en la Bahía de Tampa, toma todas las precauciones debido a la llegada del “monstruoso” huracán Milton prevista para la noche del miércoles o la madrugada del jueves.
“Evacuen ahora, ahora, ahora”, insistió Joe Biden. Hizo esta declaración de urgencia al anunciar este martes que cancela su viaje a Alemania y Angola. “No creo que deba estar fuera del país en este momento. Tenemos que estar centrados en lo que nos viene encima”, explicó. “Esto es una cuestión de vida o muerte”, subrayó. “Milton tiene el potencial de ser la peor tormenta que haya ocurrido en Florida en 100 años”, señaló. “He dirigido a los equipos para que hagan todo lo posible para salvar vidas y comunidades antes, durante y después de estos fenómenos meteorológicos extremos”, subrayó. Insistió en instar a todos los ciudadanos que se encuentren en la ruta Milton a “escuchar y seguir las instrucciones de las autoridades”.
El sureste de Estados Unidos aún se recupera del paso del huracán ‘Helene’, que dejó más de 200 muertos
Fueron esas autoridades de Florida quienes reiteraron la necesidad de que los ciudadanos evacuaran ante una tormenta calificada como histórica.
El último precedente de dimensiones similares se produjo en 1921. Unos miles de habitantes se encontraban bajo el agua en Tampa. En esta ciudad, actualmente una ciudad próspera en el panorama económico, más de tres millones de habitantes viven en una zona altamente vulnerable a los eventos meteorológicos. El Centro Nacional de Huracanes pronostica que Milton traerá lluvias que provocarán un aumento del nivel del mar de al menos tres metros, dependiendo del nivel de la marea, e inundaciones de una altura superior a los 15 centímetros.
El posible efecto devastador de este huracán llega cuando el sureste del país aún se recupera de Helene, que dejó más de 200 muertos y con territorios en Carolina del Norte completamente destruidos.
«Hay que evacuar porque no se puede sobrevivir a una subida de tres metros», advirtió Liz Alpert, alcaldesa de Sarasota.