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En 2014, el Gobierno de Rajoy encargó a Villarejo espiar al padre de Begoña Gómez para «matar políticamente a Sánchez»

En 2014, el Gobierno de Rajoy encargó a Villarejo espiar al padre de Begoña Gómez para «matar políticamente a Sánchez»

Los ataques que repite el Partido Popular contra Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, no son nuevos ni forman parte de una estrategia improvisada. Hace una década, el Gobierno de Mariano Rajoy comenzó a maniobrar para atacar a la esposa de Pedro Sánchez y a su familia dentro de un plan que buscaba «matar políticamente» al entonces líder del Partido Socialista.

De esos movimientos quedó rastro en la grabadora del comisario José Manuel Villarejo, quien, a medida que se acumulaban sus problemas judiciales, ha ido filtrando pruebas de todos los que le acompañaron en su larga historia de corrupción. El controvertido excomisario ya ha recibido sentencias de 24 años de prisión y sigue acusado en una maraña de casos judiciales.

El interés del Partido Popular por recabar información contra el secretario general del PSOE se desató pocas semanas después de que Pedro Sánchez fuera elegido líder del partido por primera vez, durante el verano de 2014, e involucrara al secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. , y, según se desprende de las grabaciones, varios miembros de la llamada policía política, comisarios que aún deben responder por otros delitos. La información recabada entonces, según admitió en la conversación el que fue ‘número dos’ del Ministerio del Interior en aquel Gobierno, estaba dirigida al propio Mariano Rajoy.

La grabación forma parte del enorme material recogido por La Vanguardia y elDiario.es en el marco de su investigación conjunta sobre la Operación Catalunya, el dispositivo ilegal desplegado por el Gobierno de Mariano Rajoy, al menos entre los años 2012 y 2016, contra el procés. independencia. El objetivo de la operación parapolicial era desacreditar, intimidar y procesar a líderes independentistas, también dirigentes de izquierdas, y personas a las que consideraban en su órbita, la mayoría de las veces sin fundamento.

El audio, que fue publicado parcialmente por primera vez por Abc en julio de 2022, revela cómo el ‘número dos’ de Interior pactó con Villarejo un plan para investigar, al margen de la ley y del control de los jueces, al suegro -ley Pedro Sánchez y utilizar a comisarios de la llamada policía política para obtener información que pueda ser utilizada en una contienda electoral con el PSOE. El objetivo, tal y como admitió Francisco Martínez, era “matar políticamente” a Pedro Sánchez.

Los protagonistas de la charla son Villarejo y Francisco Martínez. La Fiscalía pide 15 años de prisión para el exsecretario de Estado de Seguridad por el espionaje parapolicial a Luis Bárcenas para borrar pruebas contra el PP, en el que también participó su interlocutor. Durante dos horas repasan diferentes acciones que ese Gobierno había ordenado desde la policía política. Es en este contexto cuando Villarejo le dice a Francisco Martínez que tiene información «mortal» para Pedro Sánchez. El comisario acusa en primer lugar al padre de Begoña Gómez de gestionar, junto con otros dos hermanos (aunque señala que el suegro de Sánchez no aparece en los papeles) varias saunas en Madrid en las que supuestamente se practica la prostitución y que habrían sido utilizadas de Villarejo y su red para tender trampas a delincuentes de distinto tipo, incluidos terroristas.

Aunque el sonido es pobre, la grabación permite identificar la información que el comisario proporciona al ‘número dos’ de Interior en tiempos de Rajoy y cómo le interesa saber si Sánchez conoce las supuestas actividades de su suegro .






A medida que avanza la charla, que se desarrolla en una cafetería, es el secretario de Seguridad quien se felicita de que la información recibida pueda servir para «matar políticamente» a Pedro Sánchez, que había sido elegido secretario general del PSOE hace apenas unas semanas. .

“Esto lo revienta”, le dice Francisco Martínez a Villarejo. “Esto también mataría políticamente a cualquiera. Pero un tipo de izquierdas que va con la pancarta de esto feminista, muy feminista, y la tiene llena de polacos chupando pollas en una sauna», insiste el ‘número dos’ de Interior al comisario, al que le da un orden: «Tenemos que saberlo todo». A lo largo de este largo diálogo, ambos debaten sobre qué comisarios podrían ser los encargados de recabar información sobre el suegro de Sánchez y citan a dos miembros de la llamada policía política: «El Gordo», Enrique García Castaño, acusado de graves delitos en la red Villarejo pero que no ha sido juzgado por padecer una grave enfermedad, y «Carlitos», Carlos Salamanca, excomisario de Barajas recientemente condenado por recibir regalos de empresarios a cambio del trato dado a familiares.






En otro tramo de la conversación, Villarejo afirma que tiene una asociación, Transparencia y Justicia, para comparecer en causas judiciales que puedan ser de interés para el Partido Popular. Dice que también dirige el pseudosindicato Manos Limpias, el mismo que ahora ha presentado la denuncia contra la mujer del presidente del Gobierno y que ha sido acusado de chantaje y extorsión a empresas y bancos pero finalmente fue absuelto por el Corte Suprema. El tribunal presidido por Manuel Marchena concluyó que las prácticas de Manos Limpas y Ausbanc «no son suficientes para abarcar el concepto de intimidación».

Es durante la última parte de la charla cuando el número dos del Interior y el comisario Villarejo se confabulan para hacer un «buen trabajo» y acuerdan buscar una cita con el suegro de Sánchez. Quieren, dicen, “saber los grados de vínculos entre unos y otros”. Finalmente, coinciden en que esta información debe enviarse, directamente y de la forma más discreta, a Mariano Rajoy, a quien Villarejo se refiere como “el último barandal”.






Durante los años posteriores a aquella charla, han sido varios los medios de comunicación que implicaron al suegro de Pedro Sánchez con negocios de saunas, haciéndose eco de la información facilitada por Villarejo. En algunas de las noticias publicadas se hace referencia a mensajes, de los que no hay constancia, y en los que García Castaño supuestamente cuenta a Villarejo sobre las operaciones encubiertas en esas saunas para capturar a personas afines a la izquierda abertzale.

García Castaño ha negado esa información. En 2021 compareció ante una comisión de investigación del Congreso y fue preguntado al respecto por el diputado del PP Luis Santamaría, que ahora ejerce como portavoz de su partido en la comisión de investigación sobre mascarillas en el Senado. El Comisario de Policía retirado aseguró: “Mire señor diputado, le tengo mucho respeto porque sé que es una muy buena persona: no se meta en ese juego sucio, es todo mentira”. García Castaño confirmó que conocía al suegro de Sánchez, pero que lo único que había hecho era denunciar algunos delitos menores ocurridos en los negocios de su familia: “Ningún espionaje (…) Nunca ha sido detenido nadie de la izquierda abertzale por esas saunas”.

Este miércoles ha sido la diputada del PP, Ester Muñoz, quien desde un salón del Congreso ha afirmado: “Tenemos los escándalos del presidente del Gobierno, ahí tenemos a su suegro que se enriquece con esas saunas, todos sabemos lo que pasa”. tipo de saunas que me gustan. Quiero decir.»

Cuando un día después la periodista de TVE Silvia Intxaurrondo preguntó al parlamentario del PP por sus acusaciones, Ester Muñoz no supo aportar ninguna prueba y se escudó en que habían sido publicadas en algún medio. “Se publican en los medios y todos… Yo no he acusado a nadie de nada de nada. “He dicho cosas que se publican en los medios”, respondió.

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