Gotham City vuelve a la carga ante Grifols. El inversor bajista analiza en un nuevo informe los vínculos de la filial Biotest con la empresa española de hemoderivados y su accionista Scranton. En concreto, alerta sobre el pago de un dividendo de Biotest a Scranton de 266 millones, lo que a su juicio supone un desvío incorrecto de fondos a su accionista.
Grifols compró Biotest, junto con la alemana Hamea, en 2028 y en ese mismo año traspasó esta empresa por 245 millones a su accionista Scranton, vehículo holandés vinculado a la familia fundadora y otros directivos del grupo y que tiene el 8,6% del cluster. . Esta transacción ya estuvo en el foco de Gotham en su primer informe, ya que acusó a Grifols de consolidar en sus cuentas a esta compañía pese a no ser propietaria de sus acciones, en base a un derecho de compra que conserva.
Esta vez Gotham pone su mirada en un dividendo de 266 millones que Biotest pagó a Scranton el año pasado, tal y como revela en su último informe anual. En lugar de pagar este dividendo, que supera el valor de la empresa, en efectivo, el pago ha supuesto la cancelación de anteriores préstamos de Biotest a Scranton, que a juicio de Gotham nunca iban a ser abonados por la compañía holandesa. El único cliente de Biotest y el que aporta todo su negocio es Grifols.
“Creemos que toda esta suma ha sido transferida por los accionistas de Grifols en beneficio de los accionistas de Scranton. En efecto, dando la apariencia de haber sido transferidos incorrectamente”, sostiene este nuevo informe. También señala que la transacción supone una desventaja para los miembros de la familia Grifols que no están presentes en Scranton y supone “un fracaso total en Gobierno Corporativo”, dado que algunos accionistas de Scranton también están presentes en el consejo de administración de Grifols.
En concreto, el fondo americano se centra en la figura de Tomás Dagá, consejero de Grifols, accionista de Scranton y socio de Osborne Clarke, el despacho de abogados de referencia de Grifols. Gotham defiende que Dagá fue apartada del comité de auditoría de Grifols en abril por presiones del Nasdaq, por incumplir sus estándares de gobierno corporativo.
Este nuevo informe también hace referencia a la posibilidad de que Grifols ejerza su derecho a comprar tanto Biotest como Haema (la otra compañía con la que realizó la misma operación) y adquiera ambas compañías a Scranton, según ha explicado el presidente ejecutivo, Thomas Glanzman, y el nuevo director general, Nacho Abia, en una entrevista con La Vanguardia. En opinión de Gotham City, esto provocaría una “destrucción irreparable de valor” para el accionista.
El informe señala la existencia de cantidades que Haema y Biotest adeudan a Grifols. Ejecutar esa opción de compra sobre Grifols podría provocarle la pérdida de esas cantidades, que el informe no cuantifica, y provocar que Scranton se las quedara sin devolverlas nunca. “Esto significa que el consejo de Grifols debe tener mucho cuidado con cómo ejecutar esta transacción, por lo que debe preservar el valor de estas deudas de Scranton con Grifols y no debe dejar que desaparezcan cuando ejerzan la opción de compra”, advierte el documento.
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