Los vergonzosos insultos racistas que recibió Nico Williams cuando se disponía a lanzar un córner empañaron la trascendental victoria del Atlético en su mano a mano con el Athletic por la cuarta plaza que da acceso a la próxima Champions. Una vez más, uno o varios desalmados irrumpieron para avergonzar al fútbol español y amargar la diferencia de seis puntos y el igualado coeficiente de goles con el 3-1 definitivo. En total, el Atlético tiene una ventaja de tres puntos sobre el Athletic.
3
Oblak, Witsel, Giménez, Mario Hermoso, Koke, De Paul (Azpilicueta, min. 82), Marcos Llorente (Saúl, min. 82), Nahuel Molina (Rodrigo Riquelme, min. 66), Samuel Lino, Griezmann y Correa (Pablo Barrios de Rivas, min.
1
Unai Simón, Lekue, Yeray (Ander Herrera, min. 66), Daniel Vivian, Aitor Paredes, Nico Williams, Ruiz de Galarreta (Vesga, min. 69), Williams (Raúl García, min. 81), O. Sancet (Berenguer) , min. 66), Benat Prados y Guruzeta (Muniain, min. 66)
Objetivos 1-0 min. 14: De Pablo. 1-1 min. 45: Nico Williams. 2-1 min. 52: Correa. 3-1 min. 80: Unai Simón (pp).
Árbitro Juan Martínez Munuera
Tarjetas amarillas De Paul (min. 4), O. Sancet (min. 59), Aitor Paredes (min. 70), Mario Hermoso (min. 92) y Griezmann (min. 94)
Con el ánimo y el pulso competitivo en horas bajas tras la eliminación europea en Dortmund y la bochornosa derrota ante el Alavés en Vitoria, el filial de Fernando Torres, campeón de Liga, contribuyó a elevar la moral de la grada. Torres, que en tres años ha ganado dos Ligas por delante del Real Madrid, aspira al banquillo del segundo equipo, el penúltimo escalón por debajo de Simeone. La devoción que le mostró la afición coreando su nombre, cuando saltó al campo y tras el minuto de silencio guardado por la muerte de su padre, demostró que en popularidad puede sostener la competencia con el Cholo. Como entrenador tendrá que demostrarlo si algún día le llega el turno. Como sea cual sea el elegido, no lo tendrá fácil igualar a Simeone.
Apostó por un once en el que finalmente incluyó a Nahuel Molina, muy destacado por sus huecos defensivos. La inclusión del extremo argentino llevó a Llorente al centro del campo, pero no a la derecha. Jugó por la izquierda para no desnaturalizar a De Paul. Enfrente, Valverde tuvo que remendar la defensa de ambos bandos ante las bajas de De Marcos y Yuri. Por la derecha eligió a la poderosa Vivian y por la izquierda eligió a Lekue. La elección fue una señal de blindaje, como también lo fue intentar calmar la presión inicial del Atlético con el saque largo de Unai Simón. Como ganó los segundos movimientos, esto le dio el control del duelo inicial. Fue el Atlético el que insistió en desarrollarse desde atrás y luego reveló que su solución pasaba por continuos cambios de orientación buscando a Molina y Lino. Ese plan no hizo mucho daño. Con Llorente, Griezmann, Correa y Lino delante de la línea de balón, el atasco era evidente. Sólo Koke, con pases al espacio y a un toque, consiguió derribar el sistema defensivo del Athletic. En una de ellas Llorente pudo romper por el lateral izquierdo y poner un centro que despejó Paredes. El balón le cayó a De Paul en la media luna y éste pegó una volea que envenenó para colarse por encima de Unai Simón. El centrocampista argentino se reivindicó con su celebración, cuestionado por la afición por haber calificado de muy buena la temporada del Atlético a un par de días de la derrota en Vitoria.
El gol no cambió el tono del partido. Muy competitivo en la defensa de posiciones, pero poca pólvora en las áreas. Fue Valverde quien decidió mutar el panorama cuando ordenó a los hermanos Williams intercambiar banda. Siempre amenazante, por la derecha Nico empezó a entrar más en acción. El reciente campeón de Copa no se vino abajo. Mostró su trabajo en equipo sólido y bien armado. Con ese doble pivote complementario que forman Ruiz de Galarreta y Beñat Paredes. Más firme, el Athletic anotó algunos saques de esquina. En una de ellas se produjeron los execrables insultos a Nico Williams. El Atlético cumplió con el protocolo al sugerir por megafonía que cesaran los cánticos ofensivos. Koke también se acercó al joven extremo para mostrarle su apoyo. “Hay gente estúpida en todas partes. Espero que esto cambie poco a poco, porque estamos librando una lucha interna y externa contra esto. No es normal que todavía te insulten por tu color de piel”, dijo tras el encuentro.
Nico Williams tuvo su revancha deportiva cuando su hermano aprovechó un mal lanzamiento de Griezmann para asistirle y marcar el empate a puerta vacía cuando el descanso estaba a la vuelta de la esquina. El empate obligó al Atlético a una salida más temperamental que dominante que pronto dio sus frutos. Koke vio una ruptura por el medio de Correa y sorteó a Unai Simón, inclinándose por la izquierda para marcar sin oposición. El argentino, una vez más, apareció para salvar los muebles del equipo en una situación delicada. Valverde tuvo que sacudir el árbol con un triple cambio para buscar el empate. Entraron Muniain, Herrera y Belenguer para intentar someter al Atlético a un ejercicio de resistencia, Simeone también maniobró sustituyendo a Molina por Riquelme. El Atlético no tuvo que resistir mucho, aunque Simeone envió un mensaje en ese sentido cuando sentó a Correa para presentar a Barrios. Lino completó una contra que instauró la tranquilidad.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Xo regístrate aquí para recibir nuestro boletín semanal.