El mango es esa fruta exótica (aunque cada vez más común en las fruterías) y vibrante originaria del sur de Asia, que ha trascendido las barreras geográficas para arraigarse en cocinas y culturas de todo el mundo..
Desde los verdes valles del subcontinente indio hasta los trópicos de América y África, ha sido venerado no sólo por su dulzura y textura sino también por su impresionante perfil nutricional.
El viaje de esta fruta comenzó hace miles de años en las selvas del sur de Asia, donde se cultivó por primera vez. Rápidamente se convirtió en un elemento esencial de la dieta local y en un símbolo de vida en las antiguas escrituras indias, los Vedas.
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Con el tiempo, su cultivo se fue expandiendo, llegando a África y Sudamérica a través de rutas comerciales y diferentes exploradores. En cada nuevo territorio fue adoptado y adaptado a las costumbres culinarias locales, convirtiéndose en un alimento básico en una variedad de platos, desde ensaladas hasta postres.
Uno de los atributos más notables del mango es su capacidad para favorecer la salud digestiva. Esta fruta es rica en enzimas digestivas como la amilasa, que descomponen los almidones en azúcares más simples, facilitando así la digestión.
Por ejemplo, según un estudio de Revista Internacional de Ciencias de los Alimentos y NutriciónEstas enzimas hacen que el mango sea particularmente beneficioso para personas con dificultades digestivas, ayudando a optimizar la absorción de nutrientes y aliviar los problemas de digestión.
Beneficioso para la piel
También te ayuda a perder peso. alto contenido de fibra que ayuda a promover la sensación de saciedadque puede reducir el consumo total de calorías al hacer que las personas se sientan llenas por más tiempo y, por lo tanto, disminuir la ingesta de otros alimentos.
Más allá de este beneficio, ofrecen otros importantes beneficios para la piel gracias a su alto contenido en vitaminas A y C. Estas vitaminas son cruciales para la reparación y mantenimiento de este órgano, protegiéndolo del daño solar y favoreciendo la cicatrización de heridas.
Un beneficio que se ha confirmado en mujeres posmenopáusicas, según revela un estudio del Revista de ciencia dermatológica lo que demuestra cómo los compuestos derivados de la vitamina A presentes en el mango pueden combatir los efectos del envejecimiento y el daño ambiental, subrayando el papel de esta fruta en la dermatología nutricional.
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Los antioxidantes presentes en este alimento, como los polifenoles y las vitaminas C y E, juegan un papel esencial en la prevención de enfermedades crónicas. Estos neutralizan los radicales libres, que son moléculas dañinas que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas y cáncer.
De hecho, una investigación publicada en el Diario de la química agrícola y alimentaria indican que El consumo regular de mangos puede reducir significativamente el estrés oxidativoofreciendo una poderosa protección contra diversas condiciones patológicas.
Además, también contiene mangiferina, un potente antiinflamatorio que puede resultar especialmente útil en el tratamiento de afecciones inflamatorias como la artritis. Es por ello que se han realizado diferentes investigaciones sobre su poder antiinflamatorio, como la publicada en Farmacología bioquímica lo que sugiere que la mangiferina inhibe la producción de mediadores inflamatorios, lo que puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación asociados con enfermedades inflamatorias crónicas.
Beneficios para el corazón y la visión.
En el ámbito cardiovascular, los mangos son beneficiosos por su alto contenido en potasio y magnesio, esenciales para la salud del corazón. un estudio de Revista Americana de Nutrición Clínica Señala que estos minerales ayudan a regular la presión arterial y prevenir enfermedades cardíacas, destacando la importancia del mango en una dieta cardiosaludable.
Esta fruta también puede influir positivamente en el control de la diabetes tipo 2. Su fibra y mangiferina moderan los niveles de glucosa en sangre y esta propiedad puede ayudar a mejorar los perfiles de glucosa en personas con obesidad.
Incluso la vista puede beneficiarse enormemente del consumo de mango, debido a su riqueza en vitamina A y zeaxantina. Estos nutrientes, concentrados en la retina, protegen los ojos de la degeneración macular, como demuestran diferentes estudios en Archivos de Oftalmología. Esta protección es vital para prevenir una de las principales causas de pérdida de visión en las personas mayores.
Además, fortalece el sistema inmunológico gracias a su alta concentración de vitamina C. Una vitamina es esencial para la defensa del cuerpo contra las infecciones. Esta fruta es tan sorprendente que incluso tiene un impacto positivo en la salud mental y el peso corporal.
La fibra de los mangos promueve la saciedad y ayuda a controlar el peso, mientras que los antioxidantes pueden mejorar la función cognitiva y el estado de ánimo, según el Revista de Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría. Estos efectos combinados ilustran cómo el mango no sólo nutre el cuerpo, sino que también nutre la mente, consolidándose como un superalimento en la dieta moderna.