Cinco días después de ser detenido en el aeropuerto, cuando pretendía continuar con su luna de miel, Dani Cuesta y su mujer seguían anoche sin pasaporte y sin poder salir de Singapur. Ayer por la tarde -hora del sudeste asiático- los dos declararon ante el Ministerio Público sin conocer exactamente por escrito los cargos que se les imputan y el origen de la denuncia. Horas antes, el jueves, Dani había pegado una pegatina con el mensaje ‘Lim out’ en las puertas del edificio residencial Abelia, donde vive Peter Lim, y había sido fotografiado por su mujer en el mismo espacio con la bandera amarilla ‘Lim’ . ir a casa’.
Ese mismo jueves, antes de intentar salir del país rumbo a Bali, el aficionado del Valencia CF colgó las imágenes, junto con un vídeo, en su perfil ‘X’ y participó en dos programas de radio. Desde el viernes por la tarde, los dos valencianos se encuentran en un hotel de la ciudad, por indicación de la Policía, donde están cubriendo todos los gastos de esta larga y prolongada estancia. Tras una semana con la prohibición de salir del país mientras son investigados, el miedo invade tanto a los recién casados como a sus familias.
Con el paso de los días, y tras las gestiones realizadas por el Gobierno de España a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y la Embajada en Singapur, el entorno familiar del matrimonio y las autoridades políticas españolas piden precaución y reducir «el ruido». » con el objetivo de que Dani y su esposa recuperen pronto sus pasaportes y puedan salir de esta ciudad-estado del Sudeste Asiático.
El cónsul de España en Singapur está acompañando en todo momento a los dos españoles, ayudándoles y asesorándoles ante cualquier inquietud y necesidad que pueda suscitar la investigación en curso por la Fiscalía del país de Lim. En su comunicado, ambos han seguido los consejos de las autoridades diplomáticas y Dani se ha mostrado arrepentido por lo que había hecho, simplemente mostrando una bandera y pegando una pegatina criticando la gestión del club por parte de Meriton Holdings.
Anoche los pasaportes de Dani y su mujer aún estaban retenidos por el fiscal encargado de la investigación, el mismo al que se le entregó la mochila con la bandera y varias pegatinas que le quitaron al aficionado del Valencia en la sala del aeropuerto donde Fue interrogado y su teléfono móvil. El Ministerio Fiscal, tras observar el material y escuchar la versión de Dani Cuesta, es quien debe decidir si se archiva el asunto, fija una multa a los ciudadanos españoles o se queda con una multa económica de entre 3.000 y 1.000 dólares singapurenses. Lo cierto es que incluso ayer los implicados desconocían cuál era el delito concreto cometido.
Según la restrictiva legislación de Singapur, donde la libertad de expresión sufre recortes considerables, según denunció en las redes sociales la periodista Carmen Calvo, ex corresponsal en ese país de ABC, Dani podría exponerse al delito de «vandalismo», contra una propiedad , escribiendo, dibujando o colgando objetos en él sin el consentimiento del propietario. Bajo el epígrafe de «delito», en teoría, Dani afrontaría el delito en su nivel más bajo, por lo que se supone que evitaría penas de cárcel, y también de «azotes» al no ser reincidente. Sin embargo, en un estado con pocas garantías para las libertades individuales, estamos esperando la decisión del fiscal. La acción más similar que marca se encuentra en el artículo 11 de la Ley de Delitos Diversos, -«colocar cualquier papel en cualquier edificio particular sin autorización»-, que tendría una multa de 1000 dólares.