El 30 de septiembre de 2005 se inauguró la Ciudad Real Madrid en pleno centro de Valdebebas. Un proyecto faraónico cuyo La primera piedra la pusieron Alfredo Di Stéfano y Dani Carvajal. El joven leganés tenía apenas 12 años, fue tercer capitán del Alevín ‘A’ y aparece en una fotografía para el recuerdo tomada el 12 de mayo de 2004. De eso hace 18 años. Ese chico rubio se ha convertido en uno de los mejores laterales derechos de la historia del club. Y la Ciudad Real Madrid no ha parado de crecer desde entonces. La semana previa a la final de la Champions en París contra el Liverpool, AS entró en las instalaciones para conocerlos con más detalle. Uno de los paseos de acceso a Di Stéfano tiene réplicas de todas las copas de Europa ganado por el equipo blanco. Se colocan sobre un pedestal con el lugar de la final y el año. El primero es París 1956. El último fue Kiev 2018. Pero pronto tendrán que sumar un nuevo trofeo. París de nuevo, en 2022.
El laboratorio
Hablamos sobre un complejo con 1.200.000 metros cuadrados de extensión. 40 veces más grande que el Santiago Bernabéu o 2,7 veces más grande que el Estado del Vaticano, para contextualizar sus dimensiones. Son obvios cuando pones un pie en ellos. Aunque hay un espacio anexo a la Ciudad Deportiva que llama la atención. Una especie de enorme cúpula hace imposible no fijarse en el conjunto de edificios. Es ‘el laboratorio del nuevo Santiago Bernabéu’, detrás de la fuente iluminada que da la bienvenida a los visitantes de la Ciudad Real Madrid. se llevan a cabo pruebas tanto del césped retráctillo que permitirá al estadio blanco acoger eventos diarios sin dañar el terreno de juego, como el cubierta móvil que permitirá abrir y cerrar el techodependiendo de las condiciones climáticas y del evento que se desarrolle en ese momento.
las instalaciones
Accediendo a las propias instalaciones, encontramos once campos de fútbol que alternan césped artificial y natural, con otros dos más pequeños que están destinados al entrenamiento de porteros y ejercicios específicos y específicos de los jugadores. Estos campos tienen la Mismo tratamiento regenerativo que el utilizado en el Santiago Bernabéu, explican en el club. El famoso lámparas de luz artificial que aparecen en el coliseo blanco también hacen su trabajo en Valdebebas, permitiendo un mantenimiento y crecimiento homogéneo del césped, ya sea en zonas más luminosas o más umbrías. Así, campo por campo, llegamos a la joya de la corona, el estadio Alfredo Di Stéfano donde disputan sus partidos tanto el Castilla como el Real Madrid femenino. una escultura de la flecha rubia facilita la localización del lugar en el mapa y, a su derecha, da paso al mencionado camino de la Copa de Europa. El que próximamente tendrá la Décimo Cuarta réplica de dos metros del Orejas con orejas obtenido por la entidad.
Un paseo que ilumina el éxito del club. Una narrativa similar a la ideada con los planos arquitectónicos de la Ciudad Deportiva. La intención a la hora de construir los diferentes edificios era clara, conseguir que, a través del ascenso en categorías, los canteranos vivieran la evolución paso a paso. Marcar progreso pasando por el cambio de campo de entrenamiento y edificio hasta llegar a la portería, el vestuario del primer equipo. Ese camino que tomó el chico rubio que puso esa primera piedra con 12 años, Dani Carvajal. Una piedra que, por cierto, se conserva y escolta la entrada al edificio principal. Del otro lado, un busto de Santiago Bernabéu te invita a subir una escalera al final de la cual aparece otra leyenda del club, Ferenc Puskas, en otra escultura muy realista.
Hogar
Durante el largo paseo, si se quiere recorrer toda la Ciudad, aparecen la residencia del primer equipo y la cantera y oficinas del club (tienen cinco plantas y un diseño muy vanguardista tanto exterior como interiormente), como edificios separados de la ‘T’ que funciona en el corazón del complejo (primer team building y edificio principal). En el primero hay niños mayores de 12 años si son españoles, 16 si son comunitarios y mayores de 18 si son extracomunitarios, tal y como recoge la normativa que el club nos recalca durante la visita. Así como en Otro factor importante que se trabaja en Valdebebas, la educación. Hay clases habilitadas para jóvenes canteranos que tengan dificultades académicas para sumar horas extra de estudio. «El Real Madrid quiere ser un club modelo en todos los ámbitos»nos cuentan, antes de centrarnos en la zona donde viven las personas mayores, tanto de fútbol como de baloncesto.
En la residencia hay 57 habitaciones individuales que, aunque bien equipadas al detalle, evitan lujos excesivos. «La intención es que sean salas destinadas a que los futbolistas estén concentrados y relajados», añaden desde el club. Aunque fuera de ellos sí que cuentan con todo tipo de distracciones para que no tengan que salir de la Ciudad Deportiva a divertirse, si así lo desean. Sala de juegos, piscina cubierta y hasta cine… Sentirse como en casa, lejos de casa es la premisa. De hecho, en el área destinada a la cantera, existen un gimnasio de alto rendimiento que podrán utilizar los canteranos y el Castilla y ellos también tienen una habitación con césped artificial donde podrás relajarte lejos de cualquier tipo de ruido externo.
Mientras que bajo las habitaciones y otros espacios de la residencia encontramos una habitación más, para familiadonde los jugadores pueden reunirse y relajarse con sus seres queridos. Un lugar donde también se encuentran el trofeo original al ‘Mejor Club del Siglo XX’ y dos Copas de Europa originales., fútbol (sólo seis equipos lo poseen) y baloncesto. Tres trofeos en las entrañas de la Ciudad Real Madrid que dan lustre a un complejo cinco estrellas.