- Se esperan comentarios de los funcionarios de la Fed después del informe de inflación de abril.
- Los mercados ven menos probabilidades de que la Reserva Federal mantenga su política monetaria en septiembre.
- Las perspectivas de los tipos de la Fed podrían influir en la valoración del dólar estadounidense.
Está previsto que los responsables de la formulación de políticas de la Reserva Federal den discursos el jueves, mientras los inversores reevalúan las perspectivas de las tasas de interés tras los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril. Según la herramienta FedWatch de CME, la probabilidad de que la Reserva Federal no cambie sus tipos de interés cayó a casi el 25%, desde el 35% antes del informe de inflación.
El vicepresidente de supervisión de la Reserva Federal, Michael Barr, el presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, Patrick Harker, la presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, Loretta Mester, y el presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, se encuentran entre los funcionarios de la Reserva Federal que intervendrán en la sesión estadounidense.
La Reserva Federal ha adoptado un tono cauteloso sobre cuándo girar la política luego de lecturas de inflación más fuertes de lo esperado en el primer trimestre del año. La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos informó el miércoles que el índice de precios al consumidor (IPC) subyacente aumentó un 3,6% anual en abril. Este dato, que sigue al aumento del 3,8% registrado en marzo, coincide con las expectativas del mercado. En términos mensuales, tanto el IPC como el subyacente aumentaron un 0,3%, tras haber aumentado un 0,4% en marzo. El dólar estadounidense (USD) se vio sometido a una presión a la baja cuando los participantes del mercado evaluaron los datos de inflación y el índice USD cayó a su nivel más bajo en más de un mes, perdiendo un 0,7% en el día.
Preguntas frecuentes sobre la Reserva Federal
La política monetaria de Estados Unidos está dirigida por la Reserva Federal (Fed). La Reserva Federal tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios y promover el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos objetivos es ajustar los tipos de interés. Cuando los precios suben demasiado rápido y la inflación excede el objetivo del 2% de la Reserva Federal, aumentan las tasas de interés, elevando los costos de endeudamiento en toda la economía. Esto se traduce en un fortalecimiento del dólar estadounidense (USD), ya que convierte a Estados Unidos en un lugar más atractivo para que los inversores internacionales coloquen su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Reserva Federal puede reducir las tasas de interés para fomentar el endeudamiento, lo que pesa sobre el dólar.
La Reserva Federal (Fed) celebra ocho reuniones al año, en las que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) evalúa la situación económica y toma decisiones de política monetaria. El FOMC está compuesto por doce funcionarios de la Reserva Federal: los siete miembros de la Junta de Gobernadores, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y cuatro de los once presidentes de los bancos regionales de la Reserva, que sirven durante un año en un base rotatoria.
En situaciones extremas, la Reserva Federal puede recurrir a una política llamada Flexibilización Cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Reserva Federal aumenta sustancialmente el flujo de crédito hacia un sistema financiero atascado. Es una medida política no estándar que se utiliza durante crisis o cuando la inflación es extremadamente baja. Fue el arma preferida de la Reserva Federal durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Implica que la Reserva Federal imprima más dólares y los utilice para comprar bonos de alta calidad de instituciones financieras. La QE suele debilitar el dólar estadounidense.
El ajuste cuantitativo (QT) es el proceso inverso al QE, mediante el cual la Reserva Federal deja de comprar bonos de instituciones financieras y no reinvierte el capital de los bonos vencidos que tiene en su cartera para comprar nuevos bonos. Suele ser positivo para el valor del dólar estadounidense.