Qué es la cuestión de confianza, el instrumento político que podría utilizar Pedro Sánchez
Se especula sobre la posibilidad de que el presidente anuncie su intención de someterse a una cuestión de confianza, también regulada en la Constitución. Esta cifra tampoco tiene precedentes en la democracia española, donde se ha utilizado en dos ocasiones.
Adolfo Suárez fue el primero en someterse a una, en 1980, con el objetivo de poner en marcha un programa de austeridad económica y desarrollar el Estado de las autonomías. La segunda fue una petición de Felipe González en 1990 para solicitar una “política especial de diálogo”. También se ha reclamado en otras ocasiones: la última en marzo de 2018, cuando Pedro Sánchez lo solicitó sin éxito al presidente Mariano Rajoy antes de presentar una moción de censura.
En los dos casos en los que el presidente se sometió a esta forma de control en el Congreso de los Diputados obtuvo la confianza solicitada, el primero por un exiguo 168-164 y el segundo, consiguiendo un amplio apoyo 176-130.
Si este es el camino elegido, según la Constitución, el presidente debería someter su intención a la deliberación del Consejo de Ministros antes de presentarla al Congreso de los Diputados, y plantear la cuestión de su programa o de una declaración de política general. Aunque no parece ser así, esto podría adaptarse a una fórmula genérica como en el caso de González.
Tras el debate obligatorio, bastaría con obtener la mayoría simple de los votos para recibir la confianza. En cambio, si el resultado es adverso, el presidente deberá presentar su dimisión al rey, iniciándose así, como en el caso de la dimisión, el proceso de investidura. Es difícil saber qué camino elegirá el presidente Sánchez el próximo lunes, pero está claro que, sea cual sea, no será algo inédito para la democracia española.