El cáncer de páncreas tiene la tasa de mortalidad más alta de todos los cánceres. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, sólo aquellos que sobreviven cinco años después del diagnóstico 10,8% de los pacientesdato que se complementa con el de España, donde en los últimos cuarenta años la evolución anual de las defunciones casi se ha duplicado, en parte también por un aumento de casos diagnosticados.
Y este es el principal problema para quienes lo padecen: que difícil es detectar a tiempo una enfermedad que carece de síntomas notables en las etapas iniciales. “Los signos y síntomas del cáncer de páncreas, cuando ocurren, «Son similares a los signos y síntomas de muchas otras enfermedades».explican desde el Instituto Nacional. De esta forma, en muchos casos cuando se descubre ya es en un estado demasiado avanzado y una intervención quirúrgica que, por lo demás, tiene una mortalidad prácticamente nula, deja de ser útil.
En este sentido, es muy importante el testimonio de quienes han logrado sobrevivir a un tumor maligno en este órgano, no sólo para visibilizar que superar esta enfermedad es posible, sino también para explicar qué los llevó a acudir al médico antes que la mayoría. Casos como el de Michael Perlinun hombre que en 64 años descubrió que tenía cáncer y, cinco años después, puede considerarse un superviviente.
“Nunca antes había sido paciente en un hospital”dice en un reportaje realizado por los medios estadounidenses Desfile. Su buena salud en aquel momento no le hacía pensar que pudiera acabar enfermo, salvo que su padre había muerto por la misma causa. “No pensé que tuviera un alto riesgo de padecer cáncer”, dice, por lo que cuando le dijeron la noticia se sorprendió.
Pese a eso, quizás lo que salvó a Perlin fue la prudencia que tuvo a la hora de acudir al médico. “Me puse todo amarillo y tuve un presentimiento terrible picor en todo el cuerpo”, comenta. “Me llamó la atención y por eso visité a mi médico de familia”. En su caso, le detectaron un tumor en el páncreas que presionaba una vía biliar, lo que le provocó sufrimiento. ictericia -ese tono de tu piel-, síntoma común de la enfermedad junto con el picor, Pérdida de peso y dolor de espalda.
“Me sentí muy cansado, no tenía mucha hambre y “La picazón era tan intensa que quise arrancarme la piel”.detalles Perlín. Por eso, pese a la sorpresa inicial, asegura que “fue un alivio saber lo que me estaba pasando”. Los médicos le hablaron del complicado proceso que estaba por comenzar, pero en ningún momento perdió la confianza “Que el equipo de médicos involucrados me curaría”.
Primero, un látigo, es decir, una intervención en la que Le extirparon “aproximadamente la mitad del páncreas”. Después, el postoperatorio, una semana en el hospital y cuatro meses en casa. La tercera fase fue quimioterapiaun tratamiento que combinaron con otros. “Me instalaron quirúrgicamente un puerto en el pecho para facilitar la inserción de las infusiones”. Después de eso, otros tres meses de radioterapiay finalmente “una droga llamada Creonteque está elaborado a partir del páncreas con red de cerco y contiene enzimas que ayudan con la digestión”.
Fue muy difícil, pero finalmente funcionó. Seis años después, Perlin asegura que a sus 70 años se siente “genial”. «Es como si nunca hubiera sucedido», comparte. “Los médicos me dijeron que aún no estaba en la etapa dos. Gracias a Dios por la ictericia que nos alertó que algo andaba malya que el cáncer de páncreas en realidad no presenta síntomas por sí solo”.
Después de esto, decidió jubilarse y cambiar algunos hábitos en su vida. “En general, diría que soy más consciente de mi salud”, explica. “Esta experiencia me ha hecho darme cuenta de que la vida es corta y que «Puedo vivir una vida más plena y significativa si me mantengo saludable».. Ha reducido su consumo de alcohol, por ejemplo, de una o más cervezas al día a sólo dos cervezas a la semana. Y, sobre todo, ha conservado lo que le salvó la vida: “Si existe la más mínima duda sobre lo que pasa en nuestro interior, debemos ve al médico inmediatamente”.