La música cura. Esta sentencia, aunque rezuma un reclamo publicitario de una sala de conciertos, carece de doble sentido. No deberíamos escatimar en resaltar las cualidades sanadoras de la música, una forma de meditación ancestral que conecta con la parte más intuitiva del ser, llámalo trance. A ese punto llegamos en el interior de la sala 005 de la Térmica el viernes pasado dentro del ciclo denominado ‘Mixtura’, un batiburrillo de conciertos y charlas comisariado por el sello malagueño DISPAR (Alejandro Lévar) para La Térmica en colaboración con Málaga de Festival (MaF).
Susana Hernández aka Ylia, la Dj, compositora, productora y reciente bandasonorista para la película de Isaki Lacuesta ‘Segundo Premio’, ganadora del pasado festival de Málaga, fue la antorcha que nos guió en una jornada chamánica a través del flujo de sonido que interpretó en directo y que consiguió capturar el alma de los allí asistentes. Terminó la sesión en comunión absoluta con un público ajeno a la siguiente experiencia, vírgenes de la manifestación sonora que estaba a punto de suceder cuando un desconocido Emil Saíz apareció en escena, se despojó de los calcetines y usó los pies desnudos como herramientas de control para la maquinaria encargada de convertir el sonido de su guitarra en el hilo conductor de un encuentro cósmico con la esencia de Hendrix.
Tras esta experiencia vital no tuvimos más remedio que rendirnos a la propuesta de este ciclo y buscar entradas (Cudeca) para los próximos eventos. El próximo sucederá el 10 de mayo. La cantaora malagueña Rocío López Cuenca ‘Boterita’ y el guitarrista flamenco experimental Raúl Cantizano, habitual de El Niño de Elche, dialogarán musicalmente sobre sus respectivas maneras de mirar el flamenco contemporáneo.
La reunión de junio se producirá el día 14 cuando los sevillanos Duäl y la banda malagueña Cravat, ofrecerán un encuentro de experimentación musical que conjugará electrónica con shoegaze, post-rock, funk soul y todo aquello que les inspire para seguir creando.
Si para entonces la música no ha conseguido borrar el ruido mental, habrá que seguir intentándolo hasta encontrar el camino.